Estamos seguros que en alguna ocasión habrás oído hablar de los meniscos, entre otras razones porque las lesiones en los mismos son, desgraciadamente, una situación muy habitual que padece o ha padecido en algún momento un elevado porcentaje de la población.
Por eso hoy desde Unifis nos proponemos compartir una información que estamos convencidos resultará muy interesante con el fin de dar a conocer muchos detalles relevantes acerca de estas estructuras que aunque podamos creer que sólo se encuentran en las rodillas, los hay en otras muchas zonas del cuerpo.
Conoce en qué partes del cuerpo disponemos de meniscos y sus funciones.
Hablamos de meniscos para referirnos a unas estructuras fibrocartilaginosas a modo de almohadillas que se encuentran dentro de algunas articulaciones de nuestro cuerpo.
Para situarnos hemos de saber que disponemos de meniscos en
- La articulación temporomandibular.
- La acromioclavicular.
- La esternoclavicular.
- Las muñecas.
- Las costillas.
- Las rodillas.
Hoy nos detendremos específicamente en los meniscos de las rodillas por ser los más conocidos y unos de los más relevantes dada la importancia de la función que otorgan a estos huesos tan fundamentales en nuestros movimientos.
En el interior de nuestras rodillas, estas estructuras llamadas meniscos amortiguan el peso que constantemente recibe esta zona, ayudando a la movilidad y estabilidad y consiguiendo proteger y mitigar la presión que soportan estas articulaciones.
Pero detallemos algo más en qué consiste el papel de los meniscos:
- Acción lubricante sobre la articulación ya que contienen un importante porcentaje de agua y tiene un diseño que lo favorece.
- Proporcionan estabilidad: por eso si se produce su rotura o la de otros elementos que la componen como los ligamentos cruzados, los cuádriceps o los isquiotibiales, la estabilidad se ve afectada.
- Son transmisores de cargas: y se encargan de transmitir hasta la mitad de la fuerza de compresión si hablamos de la rodilla en posición extendida y hasta un 90% si la rodilla se encuentra flexionada.
- Absorción de ondas de choque: las que se producen durante la marcha. El menisco se hace cargo de hasta el 20% del total de esas ondas.
- Ayudan en la sensibilidad propioceptiva: que esa aquella sensación que se capta en músculos, articulaciones y tendones.
Los meniscos son grandes candidatos a sufrir lesiones y daños diversos que bien pueden deberse a posturas y giros forzados de las rodillas (lesiones de tipo mecánico), por caídas, golpes, accidentes de tráfico (lesiones por traumatismos) o debido al desgaste por la edad, práctica profesional o continuada de determinados deportes.
La cicatrización de una lesión de menisco no es tarea fácil ni rápida, pero hay lesiones en zonas de mayor complejidad que otras.
Si la lesión sucede en la zona periférica, en el borde libre del menisco, es complicado que cicatrice ya que es una zona con muy poca vascularización.
Sin embargo si el daño se ocasiona en la zona de la cápsula articular, a diferencia del caso anterior, la mayor vascularización de la zona ayudará a una recuperación más fácil y efectiva.
La intervención por parte de la fisioterapia es determinante para tratar este tipo de lesiones en los meniscos a través tanto de la manipulación como de otras técnicas complementarias , actuaciones que desde Unifis llevamos años realizando y poniendo a disposición de nuestros pacientes.